En busca de la magia I

La noche había llegado, y en aquel bosque escondido, donde habitaban las más singulares criaturas mágicas, una pequeña hadita comenzaba a interesarse por el mundo exterior.

-¿Qué hay fuera del bosque?- le preguntó al más sabio de los árboles
- No lo sé con certeza respondió el árbol, pero cuentan que allá lejos, perdidos tras las montañas que se ven en el horizonte, vive una raza muy extraña... los humanos
- ¿Qué es un humano?
- Son unos gigantes que han olvidado la magia
- La pequeña hadita al escuchar esto, quedó horrorizada- ¿Y cómo pueden vivir sin magia?
- Han creado miles y miles aparatos extraños con sus manos, y estos aparatos tienen cada uno una función para facilitar la vida del humano, de tal manera que no necesite prácticamente la magia
- Pero la magia está en todos los corazones de los seres vivos ¿verdad sauce?
- Claro mi pequeña, y en lo más profundo de sus corazones ellos podrían encontrar su esencia, pero no quieren hacerlo, tan sólo sus cachorros antes de crecer para convertirse en adultos son capaces de sentir esa magia.
- Eso es muy triste dijo la pequeña hada...¿Y no hay ningún humano grande que pueda recuperar la magia?
- Sólo si mira en lo más profundo de su corazón y en él ve al niño que fue, sólo si recuerda la ilusión por la vida, si recuerda la inocencia que tenía, si recuerda que las pequeñas cosas son las que hacen especial una vida, y que con poco se puede ser feliz podrá recuperar su magia. Pero pequeña, ya te digo que los humanos no quieren recuperar su magia ni su ilusión, están demasiado ocupados en destruir todo aquello que los hace puros de corazón. Ellos crean las guerras, crean la contaminación, ellos matan sin explicación, y cazan sin tener que comerse a los seres a los que han privado de su vida. No son dignos de encontrar la magia.
- Pues yo estoy segura de que hay algún humano mayor que tenga un corazón que aun tiene las cualidades que ofrece la magia y aún puede ver en el día a día la oportunidad de ser mejor.
- No digas tonterías pequeña si existiese alguien así ya estaría en este bosque.
- Pues yo lo voy a encontrar, volaré más allá de las montañas y daré con alguien puro de corazón que sepa que su vida es maravillosa simplemente por poder vivirla, alguien que crea en la inocencia de los niños, alguien que sepa que de todo se puede aprender y que tenga ilusión por las pequeñas cosas. Tiene que existir alguien así.

Y de esta manera con la esperanza en su corazón, la pequeña hadita comenzó su viaje hacia el mundo peligroso de los humanos...A medida que volaba y se acercaba hacia aquellas montañas y dejaba atrás su bosque, nuestra pequeña hada se preguntó cómo serian aquellos gigantes que hacía tantos siglos que habían perdido su poder.....

continuará...