Me Bajo un Ratito

Viajo en un tren que no tiene paradas, en dirección al horizonte completamente desconcertada. Las ventanillas de este tren aveces se empañan y ver el exterior es cuestión de dejar soñar al alma. Transcurre el tiempo y no encuentro salida de mi compartimento, por él han pasado muchas personas, cada cuál diferente y única, pero el vagón en que me encuentro tiene capacidad limitada, y solo unas cuantas se quedan sentadas. Aveces estoy sola, la gente sale del vagón y no se escucha nada, el sonido del silencio es el único que me acompaña. Intento buscar la luz a través de la ventana... mala suerte, es una noche nublada.

¿Qué ocurre?¿Qué pasa? Parece que cambio de vagón, ¿Por qué tengo que dejarlo?Cuando por fin me acostumbro a él hay un traslado y para complicarlo más he de tomar una elección... ¿Dónde voy? ¿Qué hago? Pido ayuda al revisor.... Está ocupado.

Maldita sea, es un pasillo muy largo, tiene alguna que otra ventana que confirman que seguimos avanzando. El reloj se ha parado pero la salida del sol me indica que un nuevo día ha comenzado...Al final del tren se oye una música conocida, canciones que en mi vagón alguna vez sonaron... Voy a acercarme. Parece que hay más luz en este lado.

Un profesor, un chico con una guitarra y algún que otro escritor frustrado, paso buenos momentos a su lado, comienzo a dexcubrir misterios de la vida que desde mi pequeño vagón no podía ni haber soñado. No tengo miedo, mi reloj se ha parado, pero el sol cada mañana me indica que queda menos tiempo, para volver a un vagón.¿ Y si le digo al revisor que quiero quedarme en el pasillo? El profesor me comenta que no puedo hacer eso... No me conviene. Los que se encuentran definitivamente en el pasillo son aquellos que esperan la llegada de su estación final.

Otro día más...¿Qué ocurre? El tren ha disminuido su marcha y he de despedirme del profesor como antes lo hice del muchacho de la guitarra y de los sueños del vagón. Me siento sola desconcertada y aún he de tomar una decisión... ¿Seré capaz de acertar o me quedaré atrapada en este lugar de nadie?.

Recorro el pasillo de un extremo a otro del tren, busco, observo, aprendo... Un nuevo sol, de nuevo la noche....Me siento sola...¿Donde se habrán metido todos? Incertidumbre....

Encuentro una puerta entreabierta, hay un bonito vagón iluminado, tiene una gran ventana que da al exterior, desde ella se ve todo lo que sucede fuera y como baja la gente a su respectiva estación...¿Por qué no podrá parar este tren para bajarme y descansar un rato?

Llega la noche. Desde la ventana del compartimento se ven las estrellas...¿Cómo he podido olvidarme de mirar al cielo?.... Está decidido quiero entrar en este lugar... Me quedo dormida... ya no tengo miedo.

Siento los rayos del son acunandome...¿Qué ocurre? El revisor se acerca a mi, me hace entrega de las llaves del compartimento...Me dedica una sonrisa y al salir por la puerta la ventana pequeña crece hasta que, desde todos los puntos, se ve el exterior... Es precioso...miro hacia el firmamento, el brillo de la luna alumbra las vias.. avanzamos rápido... no quiero mirar hacía atrás.

Pasa el tiempo.....

Tormenta... tengo miedo, sin embargo pronto aparecen todos... Os había echado de menos ¿Dónde habeís estado?... No se han movido de aquí... No notan los cambios...Pero..El ventanal es más grande... ahora se ven tanto las estrellas como las nubes y las tormentas... ¿No os dais cuenta? niegan con la cabeza...

Dicen que no he cambiado de sitio... sin embargo, yo sé que me encuentro en un lugar distinto...Vuelvo la vista atrás y te veo sonriendo...viejo profesor, ¿Qué has hecho?

Nuevas tormentas, rayos y truenos... Siguen asustandome pero no me dan tanto miedo...se que aunque me confunda podré avanzar de nuevo.

Aveces el tiempo pasa muy deprisa... otras parece que se ha detenido...

Quizas mañana consiga parar el tren y bajarme un ratito... Lluvia si...pero no en mis adentros.